martes, 1 de mayo de 2012

¿INCENDIO EN EL HOGAR?

¿Qué podemos hacer ante esto?
Tenemos muchas opciones. Desde luego no quedarnos estáticos, a la espera que llegue una dotación de bomberos a solucionarlo.
Deberemos saber que la gran rapidez con la que evolucionan los incendios en viviendas provoca en muchas ocasiones que, a la llegada de la dotación de bomberos, el desarrollo del fuego ya haya producido víctimas mortales o haya creado unas condiciones de extremo peligro para las víctimas en el interior de las viviendas.
Una primera actuación preventiva sería mantener adecuadamente las instalaciones técnicas de los edificios susceptibles de provocar incendios: instalación eléctrica y de calefacción básicamente.
Otra actuación fundamental está en la educación del ciudadano en prevención. Esta es una actuación clave. Si NO nos han enseñado cómo se originan los incendios en viviendas y qué hacer en ese caso, la respuesta será improvisada, con lo cual las probabilidades de éxito se reducen.
Sobre esta educación ciudadana en prevención de incendios se realizan muchas actuaciones diversas y el  pasado día 20 de abril ha tenido lugar la primera reunión entre el Ministerio de Educación y los representantes de la iniciativa EdCivEmerg (Educación Cívica y Emergencias).
“El Director General de Evaluación y Cooperación del Ministerio de Educación, Xavier Gisbert, se ha mostrado receptivo a la propuesta de los portavoces de la iniciativa EdCivEmerg de incluir en las aulas, de manera obligatoria, formación en emergencias, protección civil, primeros auxilios y educación vial”
(Más información en: http://edcivemerg.com/)

Otra actuación preventiva, muy sencilla, pero muy eficaz. ¿Cuánto vale una vida humana?  Supongo que su respuesta será IMPAGABLE.
Pues tengamos en cuenta que con 25 euros se puede comprar hoy día un detector de humos, pequeño aparato autónomo, que no precisa más instalación que su atornillado en el techo de una habitación o pasillo de nuestra vivienda y que funciona con un par de pilas convencionales de 1,5 voltios. Con esa pequeña inversión conseguimos un vigilante permanentemente, que nos avisará con una alarma sonora en los primeros momentos del incendio,  aunque estemos durmiendo, permitiendo que tengamos una reacción mucho más temprana ante el incendio, para apagarlo o, por lo menos, para que podamos alertar al resto de ocupantes de la vivienda y salir de ella antes de que el incendio lo impida.
En los países  Europeos  (Escandinavia el 100% de las viviendas particulares están protegidas con detectores), en España el Código Técnico de la Edificación, nuestra normativa más reciente sobre seguridad en edificios, sólo contempla que los edificios destinados a uso de vivienda con altura de evacuación mayor de 50 metros tengan un sistema de detección de incendios en sus zonas comunes.
Otra acción sería disponer de un extintor en nuestro hogar, y claro esta, saber utilizarlo en un incendio. 
Es evidente que todos  tenemos mucho por hacer y aprender frente al problema de los incendios en viviendas.
El derecho fundamental a la vida debemos protegerlo, desarrollando todos los esfuerzos que sean necesarios, por ello espero y deseo que la iniciativa Educación Cívica y Emergencias sea una realidad, porque hay mucho en juego.
“La responsabilidad es más que un compromiso, y no se nace con ella se adquiere con la madurez”
Marcelo Ferrando

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