El riesgo de incendio accidental o por gamberrismo intencionado de cualquier depósito de neumáticos es alto, y nos hacemos la siguiente pregunta ¿Cuál es el coste económico y para la salud?
Los productos contaminantes generados en la combustión de los neumáticos son monóxido de carbono, xileno hollín, oxido de zinc, benceno, fenoles, dióxido de azufre, oxido de plomo, tolueno. Para hacernos una idea de la contaminación medioambiental basta con buscar las características de estos productos para hacernos una idea, además el hollín contiene cantidades importantes de hidrocarburos aromáticos altamente cancerígenos.
Los depósitos de neumáticos no son, solo, potencialmente peligrosos a la salud por su combustión incontrolada, la sola acumulación de estos en superficie formando montañas de neumáticos suponen un riesgo importante para la salud. La lluvia produce en su interior pequeños depósitos de agua estancada, donde se reproducen ciertos mosquitos que pueden trasmitir por picadura fiebres y encefalitis; también son un lugar ideal para el refugio y proliferación de ratas.
La unión Europea, con la Directiva 199/31/CE del Consejo de 26 de abril de 1999 ha legislado el vertido de residuos.
En el caso de los neumáticos las opciones tras su uso son:
a) Aumentar el porcentaje de recauchutados. Objetivo difícilmente realizable, ya que es una práctica industrial cada vez más en desuso, provocado por las presiones de las leyes del mercado que imponen como norma, el incremento de las ventas, en una sociedad de usar y tirar.
b) Recuperación de los compuestos que forman el neumático por calentamiento para su posterior uso en otros procesos industriales.
c) Trituración mecánica para el posterior uso de la goma del neumático como materia prima para la construcción de carreteras, pistas deportivas, y como aislante en la insonorización de paredes etc.
El tratamiento de los neumáticos usados puede convertirse con las inversiones públicas o privadas adecuadas en una fuente de ingresos y de empleos. La industria del reciclaje puede ser un yacimiento de empleo por explotar y desarrollar.
Cada año se generan en Europa unos 200 millones de unidades de neumáticos usados. Una parte de los neumáticos enteros o troceados se usa como combustible alternativo sustituyendo combustibles fósiles tradicionales en hornos de cemento. Con la aplicación de la directiva que regula el vertido de residuos (1999/31/CE) y la que regula los vehículos al final de su vida útil (2000/53/CE) se espera reciclar casi en su totalidad los neumáticos.
Los neumáticos por su homogeneidad, alto valor calórico y relativamente poco contenido en azufre y cloro, son buenos combustibles alternativos para la producción de clínker en plantas cementeras.
Aunque los neumáticos no arden espontáneamente hay que adoptar precauciones especiales al almacenar y manipularlos. Estos apilamientos se deberían almacenar los suficientemente lejos unos de otros para prevenir un incendio potencial y el tamaño de las pilas se debería mantener por debajo de las dimensiones de seguridad.
Debido a la dificultad en su extinción se debería añadir un acopio de arena junto al almacenaje de neumáticos, para poder ser utilizado en caso de incendio, ya que cuando se incendia un almacenamiento generalmente quedan al descubierto las carencias y la inexistencia de un sistema contra incendios para atajar el problema. O cuando el almacenaje es un depósito sin control (ilegal) y sin ningún tipo de sistema contra incendios, cuando prende por la causas que sean, entonces es cuando nos solicitan que demos solución a una situación (el humo llega a la población) que se tendría que haber solucionado anteriormente, pero como siempre “nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”
"La vida es una experiencia en que se deben resolver problemas; y para los políticos, estos problemas y sus decisiones deberían tener un significado adicional, porque ellos son responsables de otras personas."
No hay comentarios:
Publicar un comentario